El diputado federal de Baja California, José Armando Fernández Samaniego, promovió un impuesto del 8% a los “videojuegos violentos”. De acuerdo con Samaniego, la intención fue aplicar una tasa que no afectara la economía familiar mexicana.
“Creemos que una persona que paga 400 pesos puede pagar 430 pesos por un videojuego. No estamos viendo una gran afectación económica”, insistió.
Afirmó que el impuesto solo se aplicará a videojuegos violentos dirigidos a mayores de edad.
Samaniego aseguró que los recursos recaudados se destinarán a programas de prevención de educación digital y a programas de atención para menores de edad.
¿Realmente creen que ese dinero será destinado a programas de prevención?
El diputado Armando Samaniego es un claro ejemplo de la desconexión que tiene con la industria de los videojuegos, ya que, si hacemos un análisis, en la actualidad es imposible que un videojuego tenga el valor de 400 pesos.
Actualmente, un juego cuesta alrededor de 70 dólares, lo que equivale a unos 1,283.16 pesos, dependiendo del tipo de cambio; por lo que el impuesto del 8% sería aproximadamente 104 pesos.
Existen videojuegos de 400 pesos, pero no son lanzamientos recientes; se trata de títulos cuyo estreno ocurrió hace cinco u ocho años.
Mientras en México surgen iniciativas para apoyar el desarrollo de videojuegos, otros sectores siguen aplaudiendo y respaldando el impuesto del 8%, tal como lo hizo el diputado, quien justificó la medida sin argumentos, asegurando que cualquier consumidor puede desembolsar “30 pesos extra”.