Primero fueron las pandillas. Ahora, Nayib Bukele apunta contra otro enemigo: los políticos corruptos.
Ya hay altos funcionarios de su propio gobierno tras las rejas, acusados de robar el dinero del pueblo.
El presidente anunció la creación del CECOC (Centro de Confinamiento de la Corrupción): una mega cárcel diseñada exclusivamente para encerrar a alcaldes, ministros y diputados corruptos.
“Al que robe un centavo del dinero del pueblo, lo metemos preso. Y no habrá excepciones, aunque sean de mi gobierno.” — Bukele.
Si el CECOT simbolizó el fin del poder de las pandillas, el CECOC promete ser el fin de la impunidad política.
Dos cárceles, dos enemigos diferentes… y un solo mensaje:
En El Salvador, el crimen ya no paga