Un Chevy Vega envuelto en plástico fue desenterrado tras pasar 50 años bajo tierra, completamente intacto. El vehículo formaba parte de la cápsula del tiempo más grande del mundo, enterrada en 1975 por el habitante local Harold Davisson.
Junto al coche también se hallaron una motocicleta, recuerdos personales y paredes cubiertas de billetes pintados a mano. La apertura oficial de la cápsula se realizó el 4 de julio de 2025, coincidiendo exactamente con el 50 aniversario de su sellado.