En una nueva escalada de medidas vinculadas a la crisis de vivienda, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva que otorga a los gobiernos locales la facultad de remover personas sin hogar de las calles e internarlas sin su consentimiento en centros de tratamiento, en caso de que padezcan enfermedades mentales o representen un peligro para los demás.
La disposición, que marca un giro en la política federal sobre el manejo de la indigencia, señala que la seguridad pública es el eje central del nuevo enfoque de la administración. En el texto, Trump afirma que “el traslado de las personas sin hogar a instituciones de larga estancia para que reciban un trato humano mediante el uso adecuado del internamiento civil restablecerá el orden público”.