En la mañanera del pueblo, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo le respondió al expresidente Ernesto Zedillo: “Ahora resulta que Zedillo es el paladín de la democracia”, quien declaró que “en México se murió la democracia”.
La mandataria recordó las masacres de Arteaga, del Charco, del Bosque, de Aguas Blancas, el rescate bancario del Fobaproa que convirtió una deuda privada en una pública.
Sheinbaum añadió la privatización de los ferrocarriles, que su homólogo, en una decisión autoritaria, terminó con ellos.
Dijo enfáticamente:
“¿Por qué no hablamos de la desaparición de la Corte y la decisión a modo de una nueva Corteimpuesta por él, porque él propuso a cada ministro y ministra de la Corte? Ministros eran hombres de aquella época.
¿O por qué no hablamos del Consejo de la Judicatura que estaba dirigido por la misma persona presidenta de la Corte? ¿O que eso no es autoritarismo?
¿O por qué no hablamos de lo que dice Labastida, de que él entregó al PAN a petición del gobierno de Estados Unidos, el gobierno de México? ¿O que eso no es autoritarismo?.